Privando sentires V: Entre delirios erotomaníacos


Miedo cruel e irracional que nos ha enjaulado
en nuestros mismos lazos de dulce compañía.
Que del cielo caiga la respuesta al dilema
del amor negado por la amistad, y su agonía.

La confusión de un sentir nos distancia en un laberinto,
esas murallas que fuimos forjando con nuestros afectos;
la cúpula sublime que creamos con nuestro cuidado
en el santo recinto de nuestros fieles lazos perfectos.

Que esta clase de amor es innegable
y que he de entregarte lo que te debo,
me señala el atrasado tiempo,
reprochando que aceptarlo no me atrevo
y que moribundos justificamos
nuestra amistad con cariño de placebo.

Cuando salga a relucir los motivos de nuestros afectos
pedirá la atención que la moral de nuestra hermandad niega.
Y aunque me entregue a ti, cambiaré mi presencia por mis cartas
si la voz de mis afectos a tu corazón nunca llega.

Amigos y amantes, la pesada carga del viento;
el poder del silencio que envenena nuestro ser.
Disfrazando el sentimiento que a leguas irradiamos;
tapando el sol con un dedo y quemando nuestra piel.