Privando sentires II: En tu ausencia


Me aconsejo con la soledad,
quien no ha abandonado nuestra historia,
cómo decirte que es ella misma
quien pide por nosotros victoria;
que es ella quien abre mi corazón
para dictarle la sinrazón
de que vivas en mi memoria.

Me aconsejo siempre en introspección con mi misma alma
sobre cómo decirte que despierto de la realidad;
despierto y vivo un ilusorio sueño de pasiva calma
que me hace creer que buscas conmigo la felicidad.

Me aconsejo con mi ser en cada uno de nuestros encierros,
mientras caigo preso de tus ojos y tu mirada tierna,
cómo decirte que tu recuerdo es la anestesia a mis dolores
cuando la soledad por tu ausencia cruelmente me gobierna.